Si yo no hago algo, nadie lo hará

Este es mi manifesto, mi explicación de motivos, ya que desde hoy 6 de Noviembre de 2017 he empezado a dedicar tiempo día a día a conseguir la libertad de mi país Venezuela.

Una vez una buena amiga me dijo: “La gente que hace movimientos y cosas importantes en la historia, no esperan a tener las condiciones ideales para empezar, ¡empiezan y ya!”, de una forma similar, un amigo comentó alguna vez: “De verdad creo que si nosotros no hacemos algo por este país nadie va a hacer nada, y no digo nosotros refiriéndose a nosotros oposición, generación, sociedad o colectivo, digo nosotros los que estamos en este cuarto.”
A manera de aclaratoria y sin ánimos de insinuar que somos de alguna manera superiores a todos los demás habitantes de este país, me refiero a que según mi percepción (que puede estar equivocada y no es absoluta) ninguno de los rumbos que los líderes políticos principales plantean para el país pareciera estar ni remotamente cerca de ser lo que realmente nuestra nación necesita o debería tener.
Además de esto, he observado con mis propios ojos como la gran mayoría, el pueblo, las masas que habitan nuestro país ignoran e incluso en muchos caso tienen ideas totalmente equivocadas sobre las causas, consecuencias y posibles soluciones de los problemas que aquejan a nuestra patria.

Parece que la gente quiere más restricciones, más proteccionismo, más estatismo, más «mano dura», es decir, darle más poder al poder para que nos siga pisando. en lugar de: más Libertad, más respeto a la propiedad y más respeto a la vida.
Sin embargo, la dirección que considero que nuestra tierra debería seguir de ninguna manera es algo inventado por mi, por el contrario, se basa en las teorías y leyes que decenas de miles de científicos, expertos y analistas de todo el mundo.
Obviamente, lo que pienso es que la forma correcta de llevar este país es simplemente aplicar la ciencia, las técnicas, leyes y principios que tantas personas ya han desarrollado pero que nuestros gobernantes se niegan a adoptar porque sólo tienen intereses personalistas y maquiavélicos que no tienen que ver con el bienestar de los Venezolanos sino con la mayor permanencia posible en el poder.

No necesitamos un nuevo sistema recién inventado o ponerle un nombre más complicado a lo que ya existe. Lo que de verdad nos hace falta es simplemente adherirse a la lógica, la ciencia, los derechos humanos, el sentido común, el conocimiento ya comprobado y las bases firmes en lugar de guardar nuestras esperanzas en ideas novedosas. No nos hace falta re-inventar la rueda, solo usarla.
Por otra parte, esto tampoco tiene por qué ser aplicado por mi persona, de hecho estoy seguro que hay individuos mucho más calificados para esta labor en Venezuela.
Yo personalmente, no he conocido (ni visto, ni siquiera oído hablar de) muchas personas alineadas con lo que pienso que es lo mejor para mi país y que además posean las aptitudes y actitudes que se requieren para asumir responsabilidades de tal liderazgo. Pero, aunque sé que no es algo muy usual estoy completamente seguro de que deben haber suficientes seres racionales, conscientes, transparentes, leales, congruentes, preparados y firmes que puedan asumir las riendas de nuestra sociedad.
Según lo que he podido ver no es sólo que sean extremadamente escasas las personas que podrían colaborar, sino que además, los pocos que he podido conocer carecen de recursos, fuerza política, conocimientos o motivación para llevar a cabo algo tan grande como influir en el destino de todo el país y del mundo.
A esto se le suma, que los bandos políticos más importantes de la actualidad quieren algo totalmente distinto a lo que los Venezolanos necesitan y con una enorme maquinaria populista trabajan día a día para exterminar completamente toda posibilidad de que surjan este tipo de líderes y movimientos en favor de la Libertad.
La situación puede llegar a dar la impresión de ser una utopía, algo imposible y ni remotamente alcanzable. Pero precisamente, es esto lo que me mueve y me motiva.
¡Debo actuar y actuar ya! No porque tenga una idea revolucionaria que vaya a cambiar el país de la noche a la mañana, no porque sea de alguna forma superior a todos los demás, y no porque no haya nadie más intentándolo, sino porque el panorama es tan adverso y tan absurdamente negativo que realmente se necesita TODA la ayuda posible, si no, los fugaces intentos de alcanzar la verdadera libertad serán arrollados por la ignorancia, la sumisión y la miseria, somos pocos los que realmente tenemos algo que aportar y estamos en la OBLIGACIÓN de hacerlo, todo aquel que puede entender lo que está mal y no haga nada está admitiendo públicamente carece de principios, conciencia y dignidad humana.


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