Un día experimente la risoterapia intensiva y forzada… Los resultados fueron excelentes al poco tiempo me sentí mucho menos estresado, con más energía y mejor en general.
Pocos días antes de irme del país me sentí mal por algo sin importancia, y volví a leer esto por casualidad. Volví a practicar la risoterapia forzada, es decir a fingir una sonrisa grande y abierta ¡Y funcionó! De verdad funciona, no se si es que uno se ríe de si mismo por la cara tonta que pone, pero sí que mejora el estado de ánimo.
No quiero confundir esto con «whishful thinking» o «Ley de atracción» ni nada de eso. El pensamiento ciegamente optimista no es algo que me guste mucho, me parece falso, muchas veces se basa en mentiras. Pero el solo hecho de sonreír no es necesariamente una mentira, puedes sonreír sin pensar nada. Puedes sonreír incluso si estás pensando todo tipo de cosas terribles.
El acto de sonreír no implica pensamiento. Es mucho más puro y automático. Tal vez, sonreír de verdad libera algún tipo de químico en el cerebro que te hace sentir mejor. No soy un experto este tema, ni pretendo serlo nunca, pero cuando lo aplico parece tener resultados y eso bueno. Es lo único que sé.
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