La sabiduría y el amor

Dicen que el amor es ciego, pero no estamos tan seguro que eso sea cierto. Tampoco que «All you need is love». ¿Qué nexos existen entre el amor y la sabiduría?

El amor no es poca cosa. Es un sentimiento que abre las puertas a algunas de las experiencias más excitantes e intimidadantes de la vida. También, puede dar una profunda alegría o una profunda tristeza.

Lo que sí debemos tener claro es que el amor no es producto de azar o caprichos cósmicos. Hay mucho qué aprender y qué pensar allí y sabemos que eso implica sabiduría.

El amor no es ciego

Hay que recordar que el amor es un sentimiento y como tal, es producto de la relación entre una emoción y una idea. Es decir, siempre hay un motivo por el cual sentimos amor.

¿Por qué no nos enamoramos de todo el mundo y sólo de alguien específico? Ya esta pregunta por sí sola demuestra que el amor sí tiene ojos y ellos reconocen algo… que le gusta, que le atrapa, que le seduce, lo cual nos lleva a un tema fundamental: el amor tiene una causa.

Al ver algo y reconocer que tiene un elemento significativo que nos atrae, y eso produce también una reacción física, que en este caso se manifiesta en las conocidas mariposas en el estómago, la euforia y alegría permanente sin motivo aparente.

El amor es conexión

El amor se produce a través de la empatía, que es la capacidad de tener sensibilidad ante otra cosa. O sea, cuando algo que vemos nos importa.

Y algo empieza a importarnos porque hay cosas allí que van de acuerdo a nuestros intereses, nuestros gustos, nuestra historia o cultura. Algo que nos identifica.

De esta forma, se genera una conexión: quien ama, se conecta con lo amado. Y lo hace justamente a esas cosas que nos interesan, nos atraen, nos vinculan.

Entonces, reconoces cosas en el otro que ya están en ti, que ya conoces y sabes. Y te emociona saber que alguien más las tiene. Aquí es donde empezamos a ver el nexo entre el amor y la sabiduría.

¿Pero por qué el amor no es perfecto?

Muy bien, todos hemos tenidos experiencias amorosas desastrosas, tristes, dramáticas. Ahora, ¿Es culpa del amor o es responsabilidad nuestra?

Esta es una pregunta de magnitud que suele producir incomodidad: tenemos una marcada tendencia a no admitir nuestras fallas, a que somos responsables de las cosas que nos pasan… incluso de las agresiones o eventos negativos que nos ocurren.

Sí, me refiero al complejo de víctima. Yo no digo que seamos responsables del mal que nos ocurre; simplemente que siempre hay una causa para todo lo que pasa, bueno o malo.

Cuando te enamoras de alguien, es porque ves algo genial que te mueve tu ser interior y… ¿Te has sentado a observar el resto del ser de esa persona u objeto amado?

La sabiduría está en hacer las preguntas correctas

Lo que ocurre cuando la gente se enamora es que la pregunta anterior ni siquiera se formula, porque ocurre el complejo de idealización, es decir; creemos que lo que amamos es perfecto y no tiene fallas… y si las tiene, las minimizamos porque juzgamos que las razones del amor son más importantes y compensan las fallas.

Y eso está mal. Y allí es donde se abre la puerta al desastre. Puedes amar algo, alguien y eso no resuelve nada. De hecho, debes preguntarte seriamente si vale la pena. Porque hay que admitir una verdad incómoda: hay gente que no merece ser amada.

«Me gusta esta persona, creo que podría enamorarme de ella. Pero, ¿Vale la pena hacerlo, considerando las fallas y diferencias que tenemos? ¿Enamorarme de esta persona me va a enriquecer o me va a dañar? Este par de preguntas encierran la clave de la sabiduría en el amor y si de verdad te las haces y puedes contestarlas con honestidad, te ahorrarán mucha infelicidad y al contrario, te abrirán las puertas del paraíso.

Amar con sabiduría

También, es justo preguntarte si eres digno de ser amado; si reúnes atributos y virtudes de alguien magnífico. Y puede que esta pregunta sea más difícil aún de contestar, porque cuando nos interrogamos a nosotros mismos, no somos muy sinceros o realistas que digamos.

Así como idealizamos a los otros, también lo hacemos con nosotros mismos. Sin embargo, piensa que si la respuesta a estas preguntas es correcta y no obstante, estás en un crisis sentimental, puede que te hayas equivocado.

Todas las personas tenemos fallas, cometemos errores y lastimamos (con o sin intención, eso no importa) si no eres capaz de asumir esto con honestidad, es difícil que logres amar a alguien o ser amado.

Conclusión: el amor es una camino de conocimiento

Y también de auto conocimiento. Porque si dijimos que el amor se trata de reconocer cualidades y atributos que nos conmueven, eso implica que las sabemos.

Y si podemos tener idea de esto, debemos preguntarnos si vale la pena amar a alguien que tiene cosas negativas que pueden afectarnos. Y también, si nosotros somos dignos de ser amados, considerando cómo somos.

Esto implica que tienes que conocer a las personas, sobre todo a ese alguien que te está moviendo el piso. Y que te tienes que conocer a ti mismo.

Esto es sabiduría en estado puro y recuerda que tu salud, tu vida dependen de esto. No dejes que por ignorancia tu vida quede marcada negativamente, toma con valentía el camino de la sabiduría y prepárate a amar!


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