La sabiduría te enriquece (2° Parte)

Aquí hablamos de cómo la sabiduría se convierte en un camino para hacerte rico. Claro, volvemos a decir que no hay fórmulas mágicas: debes trabajar mucho y aprender más, es un proceso crear riqueza.

Pero no te desilusiones. En este camino hacia la riqueza las ganancias irán aumentado, trayendo bienestar a tu vida; sin que importe si tienes pérdidas.

La razón es que se trata de un proceso que lo estás pensando, lo estás haciendo de manera intencional, planificada. Aunque pierdas dinero, no estarás condenándote a la pobreza.

Ya no vas actuar sin conciencia, ya no vas a trabajar más con una gran cantidad de esfuerzo por muy poca retribución. Ya no estarás adivinando ni apostando a riesgo.

Esos días se acabaron. Pero si quieres que así sea, a continuación te damos 10 ideas que te ayudarán en tu camino de la sabiduría y la riqueza.

1. configura tu vida en función de nuevos principios. Esto significa que debes eliminar de vieja manera de hacer las cosas, esas que precisamente no te traen dinero, o que incluso te hacen gastarlo.

Vas a sustituir tu vieja manera de pensar por nuevas ideas que te ayuden a tomar mejores decisiones. Como ejemplo, de ahora en adelante, tu configuración debe tener como principio fundamental la confianza y la transparencia, porque si no eres capaz de lograr que la gente confíe en ti, o tus cuentas no son claras, te aseguro que el dinero no llegará a ti.

2. Ahorra. O mejor dicho, aprende a ahorrar. Una idea muy equivocada en la sociedad es que la gente sólo ahorra cuando hay capitales excedentes y los gastos están cubiertos. Y esto es un error.

La gente tiene la mala práctica de ahorrar sólo cuando tiene mucho dinero, cuando cree que le sobra. No se detienen a pensar en ahorrar ese dolar que tienen en el bolsillo. Y si hay un gasto, por muy importante o trivial que sea, igual lo gastan.

Lo que debes hacer es que si tienes un dolar, y sólo uno, entonces debes ahorrarlo. Y por ningún motivo, tocarlo. Y ser disciplinado.

Con el tiempo, ese dolar se habrá convertido en 100 o incluso, en 1.000, sólo por el hecho de que controlaste el impulso de gastarlo cuando surgió una necesidad.

3. Deja las costumbres del pasado, sobre todo, aquellas que haces sin pensar. Al contrario, analiza cada acción, sobre todo considerando cuánto dinero va a costarte.

Vas a sorprenderte de la cantidad de veces que haces cosas que te cuestan dinero sin ninguna razón lógica. Tu mentalidad experimentará un cambio y empezarás a ser estratégico con tus finanzas.

4. Identifica tus patrones de pensamiento y modifícalos. Esto significa que debes prestar atención a lo que piensas con respecto al dinero, porque así es como actúas.

Una clave de esto la ves en cómo tus padres o familia tratan el dinero, como piensan. También tu círculo de amistades.

Podrás sorprenderte y lo principal es que modifiques luego esos patrones, porque son perjudiciales e irracionales, son tus auténticas fugas de capital.

5. Invierte con sabiduría. Existe la errada idea de que invertir trae riqueza, tampoco el consumo. Lo que quiere decir que colocar tu dinero en un proyecto no implica que las ganancias sean seguras, tampoco gastar el dinero es garantía de bienestar.

Debes ser inteligente en el uso de tu dinero. Si vas a gastar, hazlo en algo que te beneficie y te permita sacar provecho; si vas a invertir, huye de las promesas de riqueza en corto plazo o los negocios de riesgo. Siempre implican pérdidas.

6. Tu sabiduría va a llevarte a un punto donde estás en un nicho de mucha demanda y poca competencia. En este punto, dedica toda tu energía porque aquí es donde empezarás a ver la riqueza llegar a ti.

No existen negocios perfectos, los mercados no lo son; de la misma manera como los seres humanos tampoco son perfectos. Pero ya vas entendiendo que la práctica te perfecciona. Este es el punto.

Al dedicarte al área donde te gusta trabajar, y eres disciplinado; llega un momento en que tu maestría te abre caminos: nadie hace lo que tú sabes hacer. Allí tu competencia muere; pero los clientes están allí, ávidos que alguien satisfaga sus necesidades por un mejor precio.

Y esa es la situación ideal que debes buscar.

7. Debes emprender. Si sólo trabajas (y peor si odias tu trabajo) y crees que eso te basta para hacerte rico, te equivocas, aunque tengas un salario muy alto.

Todos los millonarios son gente emprendedora, que rompe esquemas. Son rebeldes natos que un día despiertan con una idea y hacen lo necesario para que funcione. Y cuando esa idea funciona, empieza a llenar sus bolsillos, incluso cuando no están trabajando.

8. No puedes enriquecerte solo, debes colaborar, ayudar a otros y dejar que otros te ayuden, trabajen contigo. La cooperación social y el mercado implican que debes estar en contacto con las personas. Ellos son tus clientes y tu competencias y ambos, te muestran dónde está el dinero.

La gente es la que tiene el dinero así que debes darles algo de valor para que intercambien contigo. Y en esa medida, podrás hacerte rico.

Como dijo un poeta, «Ningún hombre es una isla».

9. Bien sea que decidas invertir en un negocio, empresa o mercado de bolsa, aprende todo lo que puedas de ello. NO te guíes por asesores, usa tu inteligencia y sabiduría.

Aléjate de las promesas de ganancias rápidas y altísimas. Siempre son de alto riesgo, por no decir estafas potenciales o burbujas financieras.

Costo razonable según tus recursos disponibles, riesgo bajo y rendimiento atractivo: recuerda, crear riqueza es un proceso de descubrimiento y aprendizaje, no un tiro al blanco.

10. Esfuérzate… más que tu competencia. Hay gente que está en la misma búsqueda que tú. Hay gente que lo hace mejor que tú o que tiene más tiempo en el negocio. Eso es un hecho.

Para ser competitivo, debes mejorar tus habilidades y productos y la única manera de hacerlo es aumentando tu esfuerzo, tanto en aprender más para mejorar tu producto y crear mejores versiones y más atractivas como el esfuerzo en hacer el trabajo que te toca.

olvídate de esas promesas de «una sola hora al día» o «dedica un día a la semana a X negocio», eso simplemente es mentira. Con el tiempo, descubrirás que siempre tendrás que dedicar más tiempo y esfuerzo para alcanzar tus metas.

Entonces, mejor empieza dedicando bastante energía desde el principio, eso forjará tu disciplina y habilidades y a la larga, sumará en tu resultado final: esa cuenta bancaria con un montón de números.

Esto es todo, pero si te parece que es demasiado, te digo que sí. Hacerse rico requiere mucho esfuerzo. Por eso, dedícate a algo que te apasione, ten claro el motivo de por qué quieres hacerte rico.

Y siempre ten en cuenta que es un proceso, porque el cansancio, el desánimo y los reveses serán tu entorno natural y si no tienes claras tus motivaciones y metas, no podrás lograrlo.

Finalmente, disfruta el camino. La sabiduría es un camino de placer y felicidad y el trabajo no es excepción. Así que, te deseo gran riqueza y una vida próspera.


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