¡La motivación más poderosa! las “metas finales” en lugar de “metas de medios”

Acabo de ver un vídeo muy interesante habla sobre las metas finales y las metas de los medios (no recuerdo el nombre del autor así que no puedo darle el crédito).

¿Que diferencia hay entre las metas finales y las metas de los medios?

Las metas finales son lo que realmente quieres y las metas de los medios son las cosas que necesitas tener para lograr llegar hasta allá.

Generalmente la gente se enfoca en las metas de los medios sin darse cuenta, es decir, hacen metas así:

  • Quiero tener una carrera.
  • Quiero tener un título.
  • Quiero tener un una oficina.
  • Quiero un novio.

Generalmente, la mayoría de estas metas no son la meta final en si, sino son solo un medio para obtener algo más:

  • Quiero tener estudiar carrera para tener un título universitario.
  • Quiero tener un título para obtener un mejor trabajo.
  • Quiero tener un mejor trabajo o una oficina más grande para ganar más plata.
  • Quiero más plata para poder irme a conocer Paris un año.
  • Quiero ir a Paris porque que es el sueño de mi vida.

Entonces, en el ejemplo anterior la única meta final sería la última. Todo lo demás son cosas que no deseas en realidad, no te llenan pero es tal vez la única manera que conoces para obtener lo que quieres.

Las metas finales son el porqué y las metas de los medios son el para que.

¿Como establecer metas finales?

Para hacer «metas finales» uno se puede hacer tres preguntas. Éstas son las tres preguntas más importantes en la vida:

  1. ¿Qué experiencias quiero vivir?
  2. ¿Cómo debo crecer para ser el hombre que vive esa experiencia?
  3. ¿Cómo voy a retribuirle al mundo con ese crecimiento?

Entonces, basándote en estas respuestas puedes establecer metas directas que te llenen.

Lo interesante de esto, no es solamente que este tipo de motivación más honesta y más directa al corazón, emocionante, más deliciosa y más poderosa.

Lo que realmente me atrapó de esta idea es que al enfocarse directamente en las metas finales todo lo demás es secundario. Esto implica que vas directo a lo que quieres no importa como venga, así tú mente descubre nuevas maneras para obtener tus deseos. Uno puede ignorar un montón de reglas de la sociedad, o de la cultura colectiva que simplemente no aportan nada y lo que hacen es limitarte. Con este enfoque puedes saltar directamente al premio. Propicia el «pensamiento lateral» y creativo propio de los grandes genios.

Como sea, es un enfoque mucho más rápido, porque a veces pasamos años atrapados persiguiendo cosas que no nos interesan y no nos llenan pero que erróneamente consideramos importantes o imprescindibles.

Esa es la receta segura para el remordimiento y la decepción. Nada peor que desperdiciar la juventud o llegar al final de los días y matándote persiguiendo algo que no era lo que realmente querías.


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