El principio de la sabiduría es el temor a jehova, El sabio escucha y aumenta su saber.
Ejemplo de cómo emplear la Sabiduría de Dios en la vida diaria.
Hace poco solucione un problema gracias a la palabra de Dios, nuevamente puedo comprender que la sabiduría viene de Dios.
Estaba sufriendo porque pensaba sin cesar en conversaciones con la gente de un grupo de Whatsapp al que pertenezco. Tuve una discusión en el grupo y me salí, luego quise regresar pero no hallaba con qué cara volver y además que tampoco podía ceder demasiado porque lo pisotean a uno.
Estaba en ese debate interno, perdí horas pensando en esa estupidez.
Incluso llegó un punto donde los pensamientos se volvieron mucho más turbios. Ya estaba indignado, molesto y estaba incluso imaginando maneras de vengarme de los que me habían ofendido.
Estaba cansado, intentaba desviarme, pensar en otra cosa, pero era inevitable mi mente regresaba al mismo tema sola, era desesperante.
Pero entonces, recordé una frase mía de mi infancia «El que se venga no tiene perdón porque no perdonó» y pensé que debía perdonar. También recordé luego un pasaje de la biblia, cuando le preguntan a Jesús:
-¿Cuantas veces debo perdonar a mi prójimo? ¿7 veces?
-Y Jesús contestó: Setenta veces siete. Entonces lo complemente con: «Y bueno ahí vamos el contador está: 1/490» todo esto lo twittie.
Me sentí liberado inmediatamente, sentí que había encontrado la respuesta a mi problema por fin y realmente es así, sólo tengo que perdonar, y pedir lo mismo a ellos, usando esta combinación de frases es posible que sientan lo mismo que yo y también se liberen de su carga emocional.
Esto fue lo que les escribí:
“Gracias por invitarme de nuevo.
Disculpen que me fuera, en un principio recibí las críticas con una buena actitud y muy abierto desde el comienzo con disposición de escuchar y corregir. De verdad aprendí de lo que dijeron, de hecho creo que después de esto la lección no se me olvida más nunca.
Pero llegó un punto en que la conversación se desvió y dejo de hablarse sobre el error que cometí y se estaba moviendo a ofensas demasiado personales y fuertes, dejó de ser sobre la situación puntual y se fue a lo personal. Yo no pretendía seguir por ese camino y me fui.
Eso me ofendió, pero recordé una historia con la que me educaron desde niño: Una vez a Jesús le preguntaron:
-¿Cuantas veces debo perdonar a mi prójimo? ¿7 veces?
-Y Jesús contestó: No siete, sino Setenta veces siete.
Y bueno chamo ahí vamos el contador está: 1/490 no dejo que eso me ofenda ya lo perdoné, y PIDO UNA VEZ MÁS que me perdonen también la ofensa, los que se hayan sentido ofendidos o lastimados a causa de lo que hice o dije.”
Al final, ahí quedo, yo los perdoné ellos me perdonaron y todo salió bien.
La conclusión, es que todo esto refuerza que la sabiduría proviene es de Dios. Y aprovecho este momento para dar gracias a Dios por todo y sobre todo por darme su palabra.
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