Estaba ayer viendo Matrix Recargado y recordé un poco de qué trataba todo aquello, una de las cosas que vi y me gusto revivir es el dilema de la decisión de Neo en el que debe decidir entre salvar a Trinity o salvar la ciudad de Zion.
Pero resulta que esa decisión ya la había tomado, ya estaba en cierta forma determinada por el, ya sabía el resultado mucho antes de entrar a la habitación.
Las implicaciones filosóficas que tiene esta decisión se debaten y se expresan desde el principio hasta el final de toda la película, cada uno de los diálogos y los personajes tienen que ver con esta decisión y representan un aspecto de la misma, pero aún así permanece constante el resultado: Trinity muere y Neo la salva. La decisión ya había sido tomada. La decisión tiene mucho más que ver con su identidad personal que con los eventos que suceden en el film.
De cualquier manera, eso me hace pensar en la forma en la que tomamos nuestras propias decisiones de cómo fácilmente podemos escoger un camino ¿sin pensar?¿sin objetividad?
Es necesario que sintamos nuestras emociones porque solo las emociones nos mueven.
Para diciembre de 2016, estoy 100% convencido de que esto es así, la identidad personal es lo que determina las decisiones que tomamos, es cuestión de verse uno mismo y trabajar en la identidad para poder tomar mejores decisiones, y así obtener mejores resultados.
Por esto, Robin Sharma aconseja mucho trabajar la identidad personal. No se trata solamente de lo que quieras hacer sino de cómo te vez por dentro.
En otras palabras, no es lo mismo pensar «Quiero hacer dieta, comer mejor y controlarme» que pensar «Yo siempre he sido una persona que come saludable y se controla». Ahora bien, hay otra dificultad, podrías tratar de engañarte a ti mismo mintiéndote, diciéndote a la cara en el espejo una afirmación que no sea cierta, pero esto no funciona. Nuestro cerebro es muy potente y en menos de Un mili Segundo después de que te digas a ti mismo una mentira el té dice: «eso es falso, tu nunca has comido saludable ni te controlas».
Aquí entras en una situación con solo dos opciones de éxito:
- Empezar en pequeño
- Manejar muy bien las palabras
Algo es mejor que nada, en este caso el todo o nada no sirve, mientras más pequeño y más cuidadosamente empieces mejor.
En vez de engañarte a ti mismo diciendo «Me encantan los vegetales» podrías decir «Una vez comí unos vegetales que estaban bastante buenos» (siempre y cuando esto haya sido verdad.
Mi punto es que no puedes mentirle a tu dialogo interno, no puedes ser falso con tu identidad personal. Y hacer cambios profundos en la identidad toma mucho tiempo porque hay que hacerlo poco a poco, como quien pinta un cuadro al estilo puntillista.
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